Admiro el humor, aquello que surge del imprevisto de una situación y que el humorista tiene la creatividad de pescar en forma elocuente y perceptiva, una interpretación. Nos acerca en forma unísona a dos lugares que nos parecen imposibles de advenir, drama y comicidad.
La desaparición del espacio entre lo que puede ser muerte- vida se desvanece y la subjetividad queda atrapada en alguna de las vertientes, dependiendo de las múltiples variables que complejizan a un sujeto en su conformación. Recordaba como ejemplo de esto una imagen entre Charlie Brown y Snoppy , la escena, los dos sentados de espaldas, una vista maravillosa del mar donde la visión del horizonte se pierde en el infinito, cielo y mar parecieran encontrarse en un continuo. Charlie en esa escenografía maravillosa, paisaje que podría anunciar las metáforas más extraordinarias de la naturaleza, pronuncia la sentencia de muerte como condición de la vida, y dice ”un día nos vamos a morir Snoppy”, enunciación que marca lo que pudiera ser para un sujeto, hacer de compañera la muerte y vivir la vida en función de eso. Snoppy, en forma muy breve pero contundente en su respuesta, le extrae de su dicho, su enunciación trágica y rescata lo “vivo” diciendo, “Charlie, pero hoy no”, es decir, desestructura la visión penosa de la muerte en la cadena y la desplaza a la dicha de estar vivos hoy, digna interpretación ante un discurso mortífero imperante.
El minimalismo, que extrae solo lo esencial despojado de todo aquello que distrae, característico del humor gráfico, pone en escena con una simplicidad absoluta alusiones que muchas veces agujerea el esquema simbólico desanudando o evidenciando la complejidad de los embrollos de lo que padecemos como seres hablantes. El eco que causa, muchas veces lo que pone en juego, es cuanto más próximo estas de la situación aturde, ensordece y quita visión obstaculizando el camino, la risa puede aparecer como ese reverso de evidenciar la dificultad defendiéndote de aquello que no ha sido asimilado, o aparece, cuando ya hay una separación, distancia necesaria que recuerda la transición de lo que aconteció para ese sujeto, donde ya no está el peso del sufriente.
Por ahí van los tiros Dianita, creo que la gente cuando pierde el humor pierde la alegría de la vida,el humor es necesario en toda relación y en todo momento te felicito por tocarlo de esa manera tan excelente, un beso te felicito